ANÁLISIS DEL CUADRO "LA LETRA CON SANGRE ENTRA", DE GOYA

"La letra con sangre entra" es otro de esos cuadros en los que Goya no se corta a la hora de hacer una crítica profunda hacia la sociedad del momento. En este caso se trata de un lienzo en el que carga contra el sistema educativo de la España de finales del siglo XVIII.

"La letra con sangre entra"
Francisco de Goya
1780-1785
Museo de Zaragoza

Bajo un ambiente notablemente lúgubre y a la izquierda del espectador se puede adivinar la figura de un maestro azotando las nalgas de un alumno como muestra de castigo; mientras que en la parte central-derecha hay otros dos jóvenes que se están recomponiendo tras haber pasado ya por lo mismo, todos con claros y evidentes muestras de dolor.

Curiosamente el ropaje del "castigado" lo sostiene una compañera, lo que podría traducirse, o bien como una muestra de "traición" hacia su compañero, o como "sumisión" ante el mandato del maestro. Al fondo, ajenos y tal vez más que acostumbrados a esto, el resto de chavales

Iconográficamente el cuadro tiene algunos puntos interesantes. Por ejemplo se puede apreciar que el único foco iluminado de la escena es la parte trasera del alumno que está recibiendo castigo, un recurso utilizado por Goya para fijar la atención del espectador. Además también cabe destacar la figura del perro como símbolo de sumisión hacia la figura del docente o el hecho de que los alumnos están compartiendo los libros, denunciando de esta forma los escasos recursos educativos de los que disponía la sociedad del momento. Otro dato interesante es que curiosamente en la escena aparecen niños y niñas algo poco habitual en el sistema educativo del momento.

Los alumnos, ataviados con ricos ropajes, dejan en entredicho la posición económica de ellos y de sus familiares; lo que deja en evidencia a "los que no están": el pueblo llano, humilde. La educación de entonces, según la visión de Goya, estaba al alcance de unos pocos.

Publicar un comentario

0 Comentarios