EL PABELLÓN ESPAÑOL DURANTE LA EXPOSICIÓN UNIVERSAL DE PARÍS DE 1937

La presencia de artistas españoles en la Exposición Universal de París de 1937 fue muy importante. En ella, cada país quería mostrar lo que tenía y hacer gala de su buen hacer en las destrezas de las diferentes manifestaciones artísticas. Francia, por ejemplo, mantuvo una línea tradicional, mientras que países como Alemania y Rusia se mantenían enfrentados entre sí…

España se mantenía en una plena Guerra Civil, pero el bando republicano ve en esta exposición la oportunidad para darse a conocer. Para ello realizan un pabellón valiente, innovador, llamativo, racional: un hito importante en nuestra historia del arte.

El objetivo no era otro que denunciar las atrocidades que se estaban cometiendo en la contienda española. Para ello se valieron de frases y fotos tomadas en las inmediaciones  de la guerra para exponerlas a modo de denuncia. El objetivo final no era otro que mostrarle al mundo que, a pesar de todo, España podía ser también un país moderno, con una educación y una cultura de nivel.

Existe, para hacernos una idea de lo que fue, una reconstrucción del edificio realizada por José Luis Sert y Luis Lacasa, la cual data del año 1991 y se localiza en Barcelona. En él se puede adivinar un edificio de arquitectura clara, versátil, vertical, ligera, moderna, donde destaca el uso de pilotes y materiales modernos, de bajo coste y la diversidad de colores.

Reconstrucción del pabellón

Se perseguía la eficacia, y en cierto modo se consiguió. Había que usar materiales económicos y "rápidos" de trabajar, de ahí el amplio empleo de materiales prefabricados, muy geométricos en sus formas y sostenidos por esos famosos pilotes. Además llamaba ampliamente la atención el uso de cristaleras para la captación y aprovechamiento de la luz natural. Sin embargo toda esa geometría se rompe con esa escalera diagonal trasversal.

La parte inferior constaba de un patio abierto. En todo momento se respetaron los árboles que había plantados en dicha zona: un claro ejemplo de compromiso ecológico por parte de los españoles. En dicha zona estaba expuesto el famoso Guernica de Picasso, así como la fuente de A. Calder.

¿Qué queremos sacar en claro con esto? Que la arquitectura en sí misma no quería ser protagonista de la exposición: simplemente se buscaba la racionalidad para que la importancia radicase fundamentalmente en las obras. El edificio era innovador y moderno, pero no dejaba de ser en cierto modo "secundario".

En la primera planta se podía contemplar una exposición sobre los progresos de España durante la etapa republicana (sanidad, industria, ciencia...), donde destacaban los carteles, los libros, los grabados o los álbumes.

La segunda planta estaba destinada a proyectar una imagen de la España diversa, con fotografías y elementos artesanos y populares. Llama asimismo la atención la parte dedicada a algunas personalidades caídas durante la Guerra Civil, como Emiliano Barral o Pérez Mateos.

Algunos no estuvieron del todo presentes en esta Exposición, como Dalí, pero otros como Miró, Julio González o Picasso no faltaron a la cita.

Los republicanos querían mostrarle a Europa y al resto del mundo que España era una potencia artística de nivel, y se podría decir que lo consiguieron.

"La mujer ante el espejo", de Julio González, fue una de las importantes piezas expuestas en el Pabellón Español. Alberto Sánchez mostró a los demás una de sus piezas más preciadas, cuyo título: "El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella" nos habla del sentido político que adquirían muchas de estas obras, como el famoso "Guernica" de Picasso que, como ya hemos comentado, también estaba expuesto y de qué manera y el pabellón.

El Guernica, expuesto en el Pabellón Español

"El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella"
Reconstrucción de la obra en el Museo Reina Sofía


Mujer ante el espejo

Alexander Calder colaboró con España realizando la "Fuente de mercurio". El objetivo era recuperar la fuente de piedra realizada anteriormente para le Exposición Iberoamericana de 1929. La realiza y es abiertamente aceptada por su modernidad y su sentido político. No debemos olvidar el afán de los alemanes por hacerse con parte del mercurio español, de ahí que Calder realice esta fuente tomando como base este material. La pieza en sí misma funcionaba con mercurio y agua, siguiendo un juego de subidas y bajadas muy sugerente.

Fuente de mercurio de Alexander Calder


Sobre la pintura y la ilustración, debemos decir que algunos artistas que exponen son plenamente surrealistas o siguen el camino de la lírica, pero gran parte de ellos, sin embargo, enfocan su estilo hacia la denuncia política del momento, como es el caso de "Bombardeo en Colmenar Viejo", de Antonio Rodríguez Luna, quien imprime en esta obra una imagen extremadamente expresionista muy dura. Otras, como "El fusilamiento" de Juan Bonafé, siguen más en la línea de lo lírico, pero sin dejar a un lado la pureza y dureza del momento.

Bombardeo en Colmenar Viejo

El fusilamiento de Juan Bonafé

Para finalizar hay que hacer mención al campo de la ilustración, muy importante en el Pabellón Español de la Exposición Universal de París de 1937, donde destacan los brutales dibujos del citado Antonio Rodríguez Luna, como "Cárcel de Oviedo" o "El dictador", u otras obras de otros artistas como "Los desastres de la guerra" de Benjamín Palencia. Hay incluso hueco para la caricatura, con obras como las de Ramón Puyol, donde se funde el humor con la denuncia social y política o las de Pitti Bartolozzi, como "Pesadillas infantiles", de 1937, donde se pueden observar a varios niños aterrorizados a causa de la cruel Guerra Civil Española.

Todo ello hace del Pabellón Español un hito y una muestra de modernidad ya no sólo por el aspecto físico del mismo, que también, sino además por contener una amplia serie de obras comprometidas con la situación del momento y con las que se pretendía denunciar la cruda situación por la que atravesaba el país. 

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