El concepto de templo egipcio va íntimamente ligado al de la "vida eterna" y es, junto con el sepulcro, la consctrucción más importante de esta cultura. En un segundo plano queda la vivienda particular, pues según su creencia, era una mera consctrucción "de paso", por lo que los materiales empleados (adobe) no eran de ni mucho menos los más selectos. De hecho de los propios palacios reales no quedan más que algunos restos por este mismo motivo.
Según las inscripciones, el templo para el egipcio es "la casa de piedra eterna" que es alzado por el faraón bajo la idea de eternidad.
Antes de entrar en detalle, debemos puntualizar que los cambios estructurales han sido una constante a lo largo de los siglos, pero por lo general presentan las siguientes particularidades. Como sugiere Diego Angulo en su "Historia del Arte", tomaremos como referencia el templo de Khonsú (Karnak).
Antes de acceder al propio templo, se extiende una extensa avenida que se encuentra flanqueada por estatuas de divinos animales, como por ejemplo las esfinges o los carneros de Amón.
Ya al fondo de la propia avenida se alza una colosal fachada exterior (por los griegos conocida como 'el pilono') que se caracteriza por tener un gran muro en forma de talud de forma trapezoidal, rehundido en la puerta que también tiene forma de trapecio.
Ante el pilono están los obeliscos, que son como agujas de piedra repletas de inscripciones y ya en la parte más baja del propio pilono se colocan los mástiles. Después del pilono se encuentra el peristilo, que es un patio diáfano o abierto compuesto por columnas a ambos lados y al fondo.
Seguidamente se presenta la sala de columnas o hipóstilo, la cual está cubierta en su totalidad y cuya nave central presenta mayor altura que las restantes. Se pueden apreciar además claraboyas laterales en el desnivel. Es una zona especialmente lúgubre y oscura que contrasta con la propia sala hipetra y que invita al recogimiento espiritual. Ya al fondo y "abrazado" por corredores y habitaciones se alza el sancta-santorum, que es una sala rectangular destinada a la veneración divina. Esta sala solo era accesible para el sacerdote o el faraón cuando visita a su padre.
Se entiende así el templo como una sucesión de salas dispuestas en un eje que van en progresiva disminución de altura que ofrecen una creciente oscuridad según se avanza oscuridad fin es entrenar el espíritu del fiel.
Una vez finalizado el templo, las generaciones que van llegando tienden a ampliarlo y dotarlo de mayor riqueza por lo que no es de extrañar que al primitivo templo se le vayan anexionando sucesivas salas hipetras o hipóstilas que, salvando las distancias, se asimilan en hecho a las capillas de las grandes catedrales cristianas. Fruto de ello es el nacimiento de colosales templos como los de Karnak y Luxor en Tebas, capital del Imperio Nuevo, los cuales muestran en sí mismos la historia de Egipcio a través de los sucesivos trabajos de ampliación en muchas ocasiones como muestra de agradecimiento a triunfos bélicos.
Con un kilómetro y medio de largo y medio de ancho, el gran templo de Amón en Karnak es uno de los más espectaculares de todo el Antiguo Egipto. De él destaca su colosal sala hpóstila, obra de Seti I (dinastía XIX), con aproximadamente cien metros de largo por cincuenta de ancho y con una triple nave central cuya altura es de unos 20 metros respecto al nivel del suelo. Son de especial relevancia los capiteles de tipo campaniforme abierto de esta zona, mientras que los restantes son cerrados. Las columnas protodóricas de uno de los vestíbulos del templo también son de especial relevancia. Cabe recordar que en el propio recinto de Karnak se localiza el templo de Khonsu (hijo de Amón) y el de Ramsés III, donde destacan las tremendas esculturas de Osiris adosadas sobre los propios pilares.
Obra de Amenotes III es el templo de Luxor, el cual presenta una notable sala hipetra, tres naves centrales de otra hipóstila y la parte del propio santuario. Las columnas de la llamada sala hipetra son de heces de papiro, tienen un capitel de tipo campana cerrada y fasciculado.
Con todos estos ejemplos monumentales se complementan algunas capillas aisladas que datarían de la dinastía XVIII. Tómese como ejemplo la de Elefantina, que en cierto modo "parece presentir" el sentido proporcional de lo que sería el templo griego.
El templo de Ra (en Abusir) se construiría durante la dinastía V, está considerado como el gran Santuario del Son de Heliópolis. De él destaca el gran patio abierto con paredes decoradas con escenas en relieve a base de motivos relacionados con la vida diaria, las guerras, la caza y otros símbolos. En el mismo centro se alza el altar y al fondo, sobre el basamento, el obelismo como símbolo del dios. Al lado del templo está la barca, necesaria para, según la creencia, "navegar por los cielos".
Pero no son estos los únicos ejemplos. También los egipcios excavaron sus templos sobre la propia tierra. Es el caso de los templos de Ipsambul, en Nubia, en la zona más meridional del valle que se caracteriza por haber sido tantas veces invadida y otras tantas reconquistadas, expuesta así al saqueo y la invasión etíope. Aún conservan el nombre griego de speos, que significa "cueva". El speos mayor y el menor del Ipsambul presentan una gran fachada que fue labrada sobre la propia roca de la montaña en la que se observan, además de los planos y molduras, unas grandes estatuas en honor ea Ramsés II y a su mujer en el menor mientras que en el mayor no tienen menos de veninte metros. En este último, la puerta da acceso a un vestibulo de dimensiones pequeñas que comunica al gran patio cubierto, que se sostiene con pilares acompañados de estatuas adusadas de Osiris, tal y como sucede en Karnak. Al fondo, la capilla.
Entre ambas tipologías están los hemi-speos, como el de Deir-el-Bahari, cercano a Tebas. En él, cuatro patios peristilos labrados a cielo abierto preceden al templo excavado en la misma roca. Esta consctrucción es obra del arquitecto Senmit. Otro ejemplo de estas características es el de Gerf Hussein.
En tiempos saíta y romano el templo se mantiene con las tradicionales características a pesar de introducir algunos cambios o innovaciones, como el desarrollo de antepechos o muros de menor altura en los intercolumpios. A veces la columna pierde su particular forma bulbosa en la parte inferior mientras que particularmente el capitel campaniforme se enriquece notablemente y el hathórico se superpone al anterior. Las fachadas laterales y posteriores van formando en su entorno un corredor con un segundo muro que sirve de aislante del exterior. De estos períodos caben destacar algunos templos, como los de Edfú y Dendera o el de Medinet-Habú, de tiempo romano cuyos capiteles parecen emular la riqueza del capitel corintio clásico. Tal vez uno de los más asombrosos conjuntos de esta última arquitectura egipcia es el de los templos de la isla de Filé, lugar sagrado en medio del río Nilo y que se conoce por ser la zona en la que Isis da a luz a Horis. Los más populares son el "Pabellón" de Nectanebo y el "Quiosco de Trajano", este último sin terminar.
1 Comentarios
Que pirámides tan bonitas moldes inyeccion
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