"Mientras la retrataba, tenía gente cantando o tocando, y bufones que la hacían estar alegre, para rehuir esa melancolía que se suele dar en la pintura de retratos..."
Vasari. Arquitecto, pintor y escritor italiano
Resulta descarado, al menos en mi opinión, decir que una obra de arte está por encima de otra. Cada uno la siente y la valora como quiere, así de fácil. Pero aquí una cosa está clara: es el cuadro más conocido de la Historia del Arte (que se dice pronto...)
Para que nos hagamos una idea, estamos ante el Maradona del fútbol, el Michael Jackson de la música o la Marlene Mourreau del cine.
Misteriosa mujer y aún más si cabe su mirada. ¿Qué pasa? Aquí hay algo raro... Si no, no es normal que este simple retrato sea tan famoso. Hasta tal punto llega el 'boom' que os contaré varias curiosidades.
Ha pasado lo suyo. Desde una pedrada en el museo hasta ser rociada con ácido
A principios del siglo XX el cuadro fue robado del Louvre. Pues bien, durante ese tiempo, la Gioconda seguía atrayendo turistas. Sí sí. Venían a verla, o, mejor dicho, se acercaban a ver el hueco que había en la pared... Esto no es ni medio normal, pero así era.
Hasta tal punto llegó la investigación del hurto que el mismísimo Pablo Picasso estuvo implicado. De ahí que muchos historiadores del arte se pregunten si el que se expone hoy en el museo es el verdadero o una simple copia fruto de esta época...
De todos modos, sea quien sea, deberíamos tratarla bien, pues podría estar incluso embarazada. La forma redonda de la cara, los dedos hinchados y las manos sobre el vientre sustentan esta hipótesis que últimamente cobra bastante fuerza.
Todos nos hemos preguntado el por qué de su rostro. Pues bien, la respuesta es sencilla: Leonardo no terminó de pintar el cuadro. Y no lo digo porque no tenga ni cejas ni pestañas, no. Depilarse estas dos partes de la cara era una costumbre de la época.
Voy a matizar. Lo único que pasó es que Leonardo dejó zonas específicas sin definir (ojos y labios) mediante la técnica del 'sfumato' (difuminado) para dar así un juego de luces y sombras. A partir de aquí el espectador da rienda a suelta a su imaginación preguntándose la mítica de: ¿ríe o llora?. Estadísticamente la chica está:
83% Feliz
9% Disgustada
6% Con miedo
2% Enfadada
Y el fondo... Está en un segundo plano, tanto en el propio cuadro como en la importancia de la obra. Aunque hay alguna que otra curiosidad.
Por ejemplo, fue pionero en introducir la "perspectiva aérea". ¿Y qué es esto? Pues que cuanto más lejos esten las formas de un paisaje, menos nítidas se ven. Son más borrosas, como ocurre en la realidad. Esto parece lógico, pero hasta entonces nadie se había planteado plasmarlo así en un lienzo. Los anteriores a Leonardo dibujaban fondos perfectos, muy bien perfilados... pero irreales.
Todo esto está muy bien, pero haber... ¿Quién es esta señora?. Pues no se sabe, al menos de cierto. Todas las apuestas dan por protagonista a Lisa Gherardini, una dama de Florencia de alto rango (que por cierto el cuadro nunca llegó a estar en manos de esta familia). Los hay que van más allá y tiran a lo español: Constanza de Ávalos. Tercer tipo: los que ven a el propio Leonardo oculto en el rostro...
Las últimas investigaciones han descubierto varios códigos ocultos en la obra. Entre ellos, uno correspondiente a la pupila izquierda del personaje. Se trata de una "L. V", que vendría a coincidir con las inciales de Leonardo da Vinci.
¿Autorretrato?
Manuel Jesús Torres Canalo
1 Comentarios
¡ Qué bueno! Imaginativa manera de explicar la Gioconda... Los buenos siempre van a mejor...
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