Los etruscos se asentaron en la actual región italiana de la Toscana pero con el paso del tiempo llegaron a abarcar entre los siglos V y IV antes de Cristo gran parte de Italia.
El arte de los etruscos estuvo muy influido por el arte griego pero también muestra una clara influencia del arte de Egipto y de Asia Menor. Sin conocer el arte etrusco no sería posible entender muchos aspectos fundamentales del arte romano.
Arquitectura
No han llegado hasta nosotros restos de edificios públicos ni de templos etruscos pero se sabe que la parte inferior de los templos se construía con piedra mientras que la superestructura era de madera y de ladrillo. Estos templos descansaban sobre un alto podio y tenían un pórtico de 4 columnas tras las cuales solían haber tres puertas que conducían a tres cellas paralelas dedicadas a las 3 principales divinidades etruscas. También existieron santuarios de una sola cella.
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| Templo etrusco |
El interés arquitectónico del edificio se centraba en la fachada de entrada adornada con columnas. Sus cubiertas eran a dos aguas y las partes de las vigas de madera que quedaban a la vista estaban protegidas por un revestimiento de terracota a menudo decorado con frisos de figuras brillantemente pintadas y en relieve. Los templos romanos siguieron el modelo etrusco. Otras aportaciones de la arquitectura etrusca fueron el arco y la bóveda de origen mesopotámico y la columna toscana propiamente etrusca. Las tumbas etruscas estaban excavadas en la roca y cubiertas por un montículo de tierra de forma cónica y los interiores de estas tumbas se diseñaban a la manera de viviendas nobles.
Escultura
La escultura etrusca estuvo dedicada casi en exclusiva fines religiosos y funerarios y aunque los etruscos utilizaron la piedra como material básico, sus obras más representativas se realizaron en bronce y en terracota (arcilla modelada y cocida en el horno).
Una de las tipologias escultoricas etruscas más destacadas son las tapas de los sarcófagos en terracota reproducen a los fallecidos y revelan un aspecto básico de la cultura etrusca: un profundo temor a la muerte. Para superarlo necesitaban creer que el difunto no había muerto en realidad sino que vivía en otra vida. Por este motivo era tan importante la fidelidad al tríptico de los fallecidos en especial los faciales integrarlos en una escena relajada y cotidianas.
También son memorables las esculturas etruscas que adornaban los templos y las estatuas exentas. Entre las más conocidas destaca el de Apolo de Veyes realizada en terracota que podría ser obra de Vulca el único artista etrusco del que nos ha llegado el nombre. De la producción en bronce destacan la Loba Capitolina con el tiempo convertida en el símbolo de Roma y Lucio Junio Bruto una escultura honorífica.
El sarcófago de los esposos aproximadamente, del año 530 antes de Cristo, es el más conocido de los sarcófagos etruscos. En esta pieza se reproduce una pareja (los difuntos) con gran naturalismo y en una situación cotidiana ya que ambos están semiacostados y departiendo con sus invitados tal cómo hacían en vida. Él va desnudo de cintura para arriba mientras que ella va vestida con una larga túnica y un sombrero típico de la época. La sonrisa forzada características y los ojos almendrados se inspiran en los kouroi y korai del arte griego.
Lucio Junio Bruto es una escultura que data del año 300/250 antes de Cristo y representa legendario fundador de la República Romana y responsable del derrocamiento del último rey etrusco. Es un buen ejemplo de nevado organismo de las esculturas etruscas. la mirada penetrante y el rictus severo de los labios revelan el carácter precio del personaje..
Pintura.
Las tumbas etruscas estaban revestidas de pintura cuya función era la de recrear el ambiente familiar que el fallecido disfrutaría en la otra vida. Los frescos destacan por el uso de colores brillantes y uniformes y por la pesadez de las figuras que están perfiladas en negro. Los convencionalismos llevaron a asignar una tonalidad más oscura los cuerpos masculinos que a los femeninos y reservar el rojo oscuro para las estructuras arquitectónicas. Repitieron el esquema banquete en el muro del fondo y bailes en los laterales
Las pinturas de la tumba de los leopardos datan aproximadamente del año 450 antes de Cristo y se localizan en Tarquinia. Dime su nombre de los motivos animales que decoran la parte superior de la cámara funeraria. En esta escena se reproduce un banquete con la intención de que el fallecido empieza su nueva vida con alegría junto la combinación de figuras en movimiento y figuras en reposo otorgan los frescos un bello dinamismo
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