COMENTARIO Y ANÁLISIS DEL CUADRO "ENTIERRO EN ORNANS", DE GUSTAVE COURBET

Gustave Courbet (1819-1887) es, para muchos, el padre del realismo pictórico. De hecho él mismo se consideró como tal afirmando que: "Yo no solo soy socialista, sino también demócrata y republicano, partidario de la Revolución; en una palabra, y sobre todo, un realista, es decir, un amigo sincero de la auténtica verdad".

Artista: Gustave Courbet
Tamaño: 3,15 m x 6,6 m
Período: Realismo artístico
Ubicación: Musée d'Orsay
Fecha de creación: 1849–1850
Géneros: Pintura de historia, Escena de género

Este singular artista nació en una pequeña aldea del Franco Condado, en Ornans, en el seno de una familia con bienes terrenales, por lo que siempre mostró una cierta inclinación. En 1837 se desplaza a París con el objetivo de formarse en Derecho, pero su interés por la pintura hizo que pronto se fuese ak estudio de Stueben, artista que consideró siempre como su maestro.

En el "Entierro en Ornans", Courbet emplea una gama de colores reducida que ayuda a incrementar la sensación de dramatismo de la escena. Entre todos, predomina notablemente el negro por razones de simbolismo, aunque se vale de blancos para centrar la atención en determinados puntos de la obra (clérigos, monaguillos, mangas de camisa, perro, las cofias de las pañideras a la derecha, etc). También están presente los rojos en las togas y los birretes de los maceros de la izquierda; mientras que la luz que utiliza es muy real. Posiblemente se trate de una escena al amanecer y esto ayuda a darle cierta corporeidad a las figuras.

 En cuanto a la composición, cabe destacar una particularidad respecto a ella; y es que su composición apaisada (muy similar a la estructura de un friso) parece responder a las dimensiones del lugar en el que lo pintó, pues le impedía contemplar la obra a una distancia apropiada. Este motivo parece ser que está detrás de que las figuras estén tras la fosa y no a su alrededor.

Las figuras propiamente dichas se distribuyen a lo ancho de la escena centrando su mirada en el centro de la misma. Courbet se vale de la cruz para romper la horizontalidad del momento y otorgarle cierta verticalidad a ello.

El acto como tal parece que está llegando al final, por lo que los personajes tienen acciones de dolor y llanto, tal y como se observa en el grupo de las plañideras y de algunos hombres llorando.

Pero, ¿qué sucede exactamente en este cuadro? Como bien reza el título, los asistentes acuden a dar el último adiós a uno de los vecinos. Sin embargo la crítica no llegó a entender la forma en la que Courbet plasmó la escena. "¿Cómo es posible pintar gente tan horrenda? Le hacen perder a uno las ganas de que lo entierren en Ornans", se decía. Courbet objetaba al respecto que él no pintaba la realidad, sino que la constataba.

Llama la atención la actitud de ciertos personajes. El sacerdote parece que oficia casi por rutina el acto de despedida del difunto, mientras que los acólitos y clérigos que le acompañan parecen ser indiferentes al evento y se desentienden de lo que está ocurriendo. La gran parte de los acompañanes parece cumplir con la obligación moral del momento y tan solo algunos asistentes muestran una marcada sensación de angustia y dolor. ¿Es entonces cruel Courbet representando la escena o es la vida misma? 

Asimismo llama la atención la figura del perro, más próximo a la fosa que la mayor parte de los asistentes, algo paradigmático y sin duda lleno de significado. 

Sea como fuere, el atrevimiento de Courbet a la hora de pintar un tema tan intrascendente en aquel momento como es el entierro de un campesino es, sin duda, notable. Para realizar la obra tomó como modelo a familiares y amigos.

A la derecha de la escena dibujó a sus tres hermanas: Juliette, Zoé y Zélie.

El impacto y escándalo de esta obra en el Salón de 1850 fue total. Curiosamente, dos de sus mejores obras (El entierro de Ornans y El taller del pintor) fueron rechazadas para la Exposición Universal de París de 1855. Por ello, decidió montar un pabellón propio llamado Pabellón del Realismo. 

El objetivo que persiguió fue enfrentarse con la realidad, independientemente de la ideología impuesta o preestablecida. Sin embargo su arte no podría calificarse como "fotográfico". La influencia para artistas posteriores fue patente, pues fue capaz de conjugar lo convencional de la pintura tradicional y trabajar nuevas formas, abriendo de alguna forma la puerta a lo que sería el Impresionismo pictórico.


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