¿Qué es el arte paleocristiano?
Se emplea el término de arte paleocristiano para refereise al conjunto de actividades artísticas desarrolladas por los primeros cristianos dentro del Imperio Romano. Debemos diferenciar dos etapas muy diferentes:
- La primera etapa dura hasta que el emperador Constantino promulga el Edicto de Milán en el año 313 y prohíbe las persecuciones.
- La segunda la feria a partir de esa fecha y coincide con la época en la que el Cristian deja de estar proscrito hasta finales del siglo V época en la cual tras la caída del Imperio el centro de acción del arte cristiano se traslada a Oriente (Imperio Bizantino) mientras en Europa Occidental florecerá las primeras manifestaciones artísticas en pueblos bárbaros que se ha sentarían por el continente y que se convertían al cristianismo.
Las Catacumbas.
Los principales restos paleocristianos de la primera etapa se encuentran en las catacumbas o cementerio subterráneos qué son excavados en el exterior de las ciudades con la finalidad de integrar en ellos a los mártires y esconderse del azote romano mientras se celebraban los cultos en secreto.
Las catacumbas se empezaron a realizar en el siglo I, y en los siguientes dos siglos ya había un buen número de ellas. Estructuralmente las catacumbas tenían una entrada denominada boca sobre la que se levantaba una capilla aérea de pequeñas dimensiones terminada en la cella memoriae y que era consagrada un mártir cuya planta era de nave rectangular rematada por un accidente semicircular y que presentaba una cubierta a dos aguas.
Esta boca daba paso a unas escaleras que descendían a una galería y corredor llamado ambularco y que tenía habitualmente paredes irregulares muy estrechas que confluyan en distribuidores. Dentro había diferentes compartimentos:loculi estantes para introducir sarcófagos, lucernarium o lucernarios, eran pequeños respiradores sobre los que entraba la luz y el aire, arcosolium o arcosolios que eran arcos abiertos en la pared para depositar los sarcófagos de personalidades destacadas del ámbito religioso, y finalmente las capillas o ensanchamientos de galerías excavadas sobre las que se enterraban a personas de cierto nivel social.
El número de catacumbas fue decayendo a partir del Edicto de Milán del emperador Constantino II en el año 380 mediante el Edicto de Tesalónica el emperador Teodosio declara el cristianismo como la única religión oficial del Imperio, por lo que se invirtió así el papel entre perseguidos y perseguidores.
Pinturas al fresco: simbología del bien y el mal.
Las pinturas desarrolladas durante el arte paleocristiano se centraban en pinturas murales ejecutadas siguiendo la técnica del fresco y que presentaba una escasa variedad cromática. La división del espacio era muy evidente y en ocasiones se realizaban siguiendo un trazo rápido con aires en cierto modo "impresionistas" puesto que su objetivo no es ofrecer la realidad lo que mente dicha sino transmitir un mensaje de carácter religioso, algo que será característico de todo el arte medieval.
Un ejemplo de ello se puede ver en las catacumbas de Santa Priscila, san Calixto y Santa Domitila en Roma.
Una de las principales aportaciones palo cristiana sala iconografía se encuentra en las pinturas de las paredes de las catacumbas- estate oraciones en general se centraban en temas inspirados en la Biblia pero influenciados por modelos iconográficos de la mitología pagana motivo por el cual se utilizan con una simbología diferente. también se adoptan temas de influencia oriental y hebraica. Debido a que en el Antiguo Testamento se castigaba la idolatría, se tiende al uso de símbolos: los peces, que, por su relación con el agua –principio de vida–, representan a Cristo y cuyo vocablo griego (icthus) constituye el acrónimo de Jesucristo: Iesous Khristós Teoü Huios Soter –Jesús Cristo Dios Hijo Salvador–; el cordero con una pata doblada sosteniendo la cruz –Agnus Dei, Cordero de Dios, que alude al Juicio Final–; Cristo se representa también como Buen Pastor, imberbe, portando un cordero sobre sus hombros, modelo iconográfico que se toma del moscóforo griego; existen también escenas de cacería que muestran a Cristo como cazador de almas; el pavo real y la paloma simbolizan el alma; dos ovejas a Pedro y Pablo; el rebaño representa a los fieles, la Iglesia en general; los pájaros son los bienaventurados; es muy frecuente la figura de la orante: una mujer que alza sus brazos al cielo; el lobo y la serpiente representan el mal, el demonio y el pecado.
De la misma forma encontramos una simbología abstracta. Para de ello es el empleo del Crismon, anagrama de Cristo en el que inscritas en un círculo que es el símbolo divino porque no tiene principio ni fin y combinadas con la Cruz están las dos primeras letras de su nombre en griego: Xristos –ji (X) y ro (P)– entrelazadas y, a ambos lados, derecha e izquierda, alfa (A) y omega (Ω), primera y última letra del alfabeto griego, que aluden a Jesucristo, principio y fin del mundo.
La escultura: los sarcófagos.
La tradición hebraica prohibida representar la debilidad ya que Dios inmaterial, algo que afecta la escultura motivo por el cual no se esculpieron imágenes de bulto redondo hasta el siglo IV (finales), en este periodo la presentación más frecuente el Buen Pastor.
Principalmente la escultura la encontramos en marcada en los sarcófagos puesto que el cristianismo prohibía la incineración como muestra de respeto hacia el cuerpo: el templo del Espíritu Santo.
Heredados de los romanos, en la parte frontal de los sarcófagos se representaban motivos en relieve a veces compartimentado como el de Junio Basso a finales del siglo IV y que contienen dos pisos escenas del Antiguo y Nuevo Testamento flanqueadas por columnas pequeñas no hay una cierta secuencia narrativa y que están relacionados con la resurrección los milagros de Jesús. Otros representan decoración de tipo geométrico a base de ondulaciones compuestas de estrígilas de metal que utilizaban los atletas para limpiarse la arena tras la competición.
La basílica: la casa del Rey de los cielos.
Tras el citado Edicto de Milán y la conversión del Imperio Romano, el arte cristiano sale al exterior de los edificios y se alzan las primeras basílicas.
La palabra basílica viene del griego basileus que significa rey. San Isidoro de Sevilla consideró las basílicas como las moradas de los reyes o el Palacio dónde administrar justicia y de ahí precisamente viene su nombre. Los templos divinos son llamados basílicas porque en ellos se da culto a Dios, al rey de todos, y en ellos se realizan los sacrificios.
El mundo paleocristiano adoptó este nombre para los templos y es algo que se siga manteniendo la actualidad aunque se aplica normalmente para aquellas iglesias con ciertas características de culto.
La palabra Basílica se utilizó en Roma para designar edificios paganos de carácter civil y su origen como templo religioso es complejo ya que existen diversas teorías que intenta analizar su adopción para el culto.
Una de ellas defiende que el esquema constructivo de la basílica corresponde a una planta longitudinal con un ábside en la cabecera dónde se localiza el altar mayor, algo que podría venir de cella trichora que se alzaba sobre la entrada de ciertas catacumbas y de las cella memoriae o capillas conmemorativas de los mártires construidas al aire libre.
Cabe citar también algunas teorías sobre la procedencia del en tal que alcanzaron gran difusión y una de ellas es la que busca el origen de la basilica paleocristiana en las sinagogas hebreas, como la de Dura Europos en la actual Siria y consagrada en el año 256. Presenta una sala rectangular terminada en un pequeño espacio o nicho con dos columnas en el que se guardaba el Libro de la Ley o Torá. Otra tipología de sinagogas en la Alta Galilea tenían una planta rectangular flanqueada por columnas en tres de sus lados y tribunas para separar a las mujeres en el interior exactamente igual que se hacía en los templos cristianos -el matroneum-, que sin embargo carecían de ábside esencial para el culto.
Las basílicas de San Juan de Letrán, San Pedro, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor en Roma del siglo IV fueron las primeras grandes basílicas que definirán el modelo de Basílica o Iglesia paleocristiana y que se ha mantenido prácticamente hasta nuestros días. el interior presenta una única nave que puede dividirse en tres o cinco por medio de pilares o columnas así como unas puertas al otro extremo; presenta una estructura axial o longitudinal y con el tiempo en torno al ábside mayor se irán añadiendo algunos secundarios llamados absidiolos, normalmente dos, uno a cada lado del central formando así una triple cabecera cuya cultura habitualmente es semicircular. En el tramo anterior al ábside se alzaba un transepto o nave transversal cuyos brazos a sobresalir al exterior originan la planta en forma de cruz qué es el símbolo por definición de cristianismo. el presbiterio era el lugar en el que se encontraba el altar propiamente dicho y quedaban marcado por un gran arco de medio punto que recuerda los que memorativo los arcos romanos y alude a la iglesia triunfante.
San Juan de Letrán |
En el exterior ante la fachada principal se alza un espacio rectangular con columna y un pórtico que realza el edificio y que se conoce comúnmente como atrio y que al trasladarlo en la época medieval hacia el Costado norte originará el claustro. cuando solo se levanta delante de la puerta se les llama nartex o vestíbulo. Al sur se localizaría la zona más cálida, lugar de cita del pueblo y dónde se dispondría el pórtico.
También se pueden ver algunos tipos de basílicas con planta central o radial las cuales son una influencia del tholos griego y que organiza su espacio en torno al altar algo que se puede ver en la iglesia de Santa Constanza en Roma del siglo IV así como en baptisterios y martiria o sepulcros de mártires de planta circular o poligonal.
Santa Constanza, Roma |
Los templos cristianos tienen una orientación de este a oeste es decir la cabecera mirando hacia la salida del sol para hacer coincidir con el Altar Mayor, dónde está Dios, origen del mundo y se recrea la Jerusalén celestial, con el nacimiento del día y la Ciudad Santa. A los pies se encuentra la puerta de entrada para los fieles y sobre ella la tribuna que era el lugar reservado en un principio para que el emperador asistiera con su reducida corte a la celebración de la liturgia.
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