COMENTARIO DE LA "IGLESIA DEL IL GESÚ", ROMA

La Iglesia de Il Gesú se proyecto inicialmente como un edificio para albergar los restos de San Ignacio de Loyola y se convertiría en el modelo de iglesia barroca en el ámbito europeo puesto que respondía a los criterios de la Contrarreforma. 

Iglesia de Il Gesú, Roma, Conquecento.


Cuenta con una planta en forma de cruz y un cuerpo de una sola nave que le otorgan dan una proporcionalidad al espacio y una amplitud notable donde no hay obstáculos visuales, por lo que además se pueden congregar en su interior cantidad de fieles. Tiene también una cúpula sobre el crucero y capillas laterales situadas entre los contrafuertes con altares cuya finalidad era ser punto de las devociones particulares. Tiene además una si de presbiterio circular a semejanza de las basilicas paleocristianas. 

La forma de concebir este recinto se hace conjugando los principales rasgos de las iglesias medievales de forma rectangular que destacaba el altar mayor con las aportaciones renacentistas, donde destacan interiores grandes y espacios inundados de luz le otorgan una singular apariencia. 

El elemento distribuidor de la luz sería la cúpula en contraste con la iluminación moderada de la nave y la zona de penumbra de las capillas laterales por lo tanto por primera vez aparece la luz en la organización de un espacio interior y se convierte en elemento de capital importancia el arquitectura barroca. 

Durante casi cuatro siglos la fachada de la puerta también se convirtió en modelo de las iglesias jesuiticas siguiendo los cánones establecidos por Alberti, con un cuerpo bajo con un orden de pilastras y cuerpo superior terminado el frontón supera en el exterior las dimensiones desiguales de la nave alta y las capillas bajas. Las volutas de los laterales, que no existían en la arquitectura clásica tienen ahora una solución más estructural que decorativa ya que ensancha ingeniosamente el segundo cuerpo para que pueda combinar con el primero.

En cuanto a su autoría, el eficifio como tal es obra de Vignola (1507-1573), mientras que la fachada pertenece a Giacomo della Porta (1540-1602).

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