"EL SEMBRADOR", MILLET. COMENTARIO

 Jean-François Millet ha sido tal vez uno de los artistas que con más dignidad ha representado las escenas campesinas del siglo XIX. Prueba de ello es "El sembrador", una obra hecha de tal forma que algunos críticos de la época decían que "parecía pintada con la tierra que siembra".

En este caso, Millet representa la colosal y casi miguelangelesca figura de un hombre de campo dispuesto a sembrar el trigo. Las piernas envueltas en paja para abrigarse del frío nos revela que estamos en invierno. En la escena, el hombre baja a zancadas por una ladera crepuscular mientras sostiene en su hombro el saco con semillas.

"El sembrador", 1850, Museo de Bellas Artes de Boston

La expresión del sembrador es cuanto menos llamativa. Apenas se aprecia su rostro, pero se adivina una especie de resignación. Y no es para menos, pues al fondo, un grupo de aves (tal vez cuervos) se avalanzan a la tierra para comerse los granos que él mismo acaba de sembrar. Pero sigue hacia adelante, con decisión. 

El ambiente oscuro le otorga un cierto dramatismo a la obra a la vez que su aspecto monumental le sirven al artista para darle un nuevo enfoque para describir la vida rural. Sin duda, el objetivo es enfatizar casi de forma heroica la vida de estas gentes, ennobleciendo una profesión que estaba empezando a conseguir ciertos derechos. Y es que no debemos olvidar que estamos en le época en la que los trabajadores agrícola estaban luchando por el derecho al voto durante la Segunda República Francesa. 

Artistas como Vincent van Gogh tenían la obra de Millet como referencia, hasta tal punto que lo consideraba como "ese pintor moderno esencial que abrió el horizonte a muchos".

Sin embargo y a pesar de que hoy se considera una obra de referencia, también tuvo sus críticos a la hora de presentarla en público. De hecho al ser presentada en el Salón de París de 1850 se originó una oleada de críticas por parte de un sector que no llegaba a entender cómo un simple campesino en un ambiente casi degradante puede mostrarse casi como un héroe. Tal vez tras esta crítica -defendida casi en totalidad por la burguesía- se escondía un cierto temor a que el socialismo tratase de defender sus derechos.

El hecho de que Millet se centrase en cantidad de sus cuadros en la vida agrícola no es algo casual. No olvidemos que él viene de una familia campesina y conocía de primera mano la dureza de estos trabajos. Por eso quiso mostrarle al mundo el sufrimiento, las dificultades pero también la determinación de los agricultores por salir adelante a pesar de la precariedad.

Walt Whitman, el poeta estadounidense, vio en El sembrador el prototipo de hombre creativo, sembrando las semillas de una nueva era.

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