Es bien sabido que Vermeer nos dejó menos obras para la historia de lo que nos gustaría. Se cuentas poco más de treinta. Una de ellas es El Astrónomo, un óleo sobre lienzo de 51 por 45 centrímetros fechada en el año 1668 y realizada siguiendo la técnica del óleo sobre lienzo.
En esta representación, la fecha en cifras romanas y el nombre del artista aparecen en la puerta del armario. El astrónomo se encuentra sentado sobre su mesa, la cual está recubierta por un grueso tapiz, mientras extiende su mano hacia el globo terráqueo. Ante él tiene un libro que por cierto ha sido identificado: se trata de un tratado de Adriaen Metieus titulado Sobre la observación de las estrellas. Concretamente está abierto sobre las primeras páginas del tercer tomo.
Este cuadro tiene muchas similitudes con El Geógrafo, otra obra de Vermeer. En este caso, la ventana de la izquierda se abre para bañar la iluminación de la escena para dejar ver al absorto protagonista. Al fondo, un armario. Se cree que el modelo para las dos obras citadas fue Van Leeuwenhoek, un famosísimo constructor de microscopios de Delf, quien más tarde sería designado como adminsitrador de la sucesión de Vermeer.
Este cuadro es una excepción en la obra de Vermeer ya que se aleja de las tradicionales escenas en las que aparece la mujer sorprendida en un entorno doméstico.
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