"Dos Shaq Attaq de Spalding y una bola de salto de inicio de juego Spalding NBA"
Es el subtítulo de una obra en la que el artista Jeff Koons reduce a "acción" un mero inventario: la emoción del deporte en una pieza de un museo. Durante la década de 1980 se daba especial importancia a cuestiones como la propiedad, el dinero y la posesión y durante estos años Koons fue 'el artista' por excelencia. Llegó al mundo del arte después de dejar su carrera en Wall Street. Junto con el dinero, el sexo como símbolo de estatus. Koons fue capaz de establecer una relación directa entre la prosperidad ilimitada y el kitsch tal y como vemos también en la espectacular escultura de un cachorro de madera, acero, tierra y flores vivas que hizo en Arolsen, Alemania, en 1982. ALgo similar a la celebración de júbilo por exceso vulgar se aprecia en su pintura Tarta (1985-1987); una recreación superrealista de una gran tarta helada con una aromática rosa cuyo color rosado hace salibar nada más verla. Desde una perspectiva más seria, Koons habla de la creación consumista de inalcanzables anhelos porque la tarta, evidentemente, no puedes comértela.
En este caso, Koons realizó una serie de tanques para su primera exposición individual bajo el título "Equlibrium", en la galería de Nueva York - International With Monuments. Los tanques se componen de vitrinas de vidrio apoyadas sobre soportes de acero negro y fueron hechos con diferentes capacidades (para una, dos o tres pelotas). Los tanques están llenos de agua destilada y una mínima cantidad de reactivo de cloruro de sodio que ayuda a que las bolas estén suspendidas en el centro del líquido. Tiene una segunda versión titulada Tanques 50/50 en la que solo la mitad del tanque se llena con agua destilada, de tal forma que las pelotas flotan mitad dentro, mitad fuera del agua.
Como complemento a los tanques, Koons hizo una serie de carteles publicitarios de la mano de empresa de ropa deportiva Nike y los puso en las paredes. Representan a los héroes del baloncesto de Estados Unidos con zapatillas y otras prendas de esta ropa sosteniendo pelotas de baloncesto. Para el artista los tanques eran una especie de 'estado supremo' mientras que los carteles eran las 'sirenas' (o lo que es lo mismo: el elemento que engaña al espectador). En los carteles se podían leer mensajes como: "¡Adelante" Lo he logrado. Tú también puedes.
El tema subyacente de todo ello es que la muerte es el estado supremo del ser. Lo que fue en paralelo al mensaje fue que los niños blancos de clase media habían empleado el arte al igual que otros grupos étnicos han usado el baloncesto: para la movilidad social y la creación de consciencia.
El artista habló con varios físicos con el fin de buscar la solución para el correcto equilibrio en sus tanques. En principio quería que las bolas estuvieran en equilibrio permanente en el agua, pero se dio cuenta que esto no era posible sin aditivos inmiscibles. "Quería mantener una situación muy parecida a la de un útero con agua. Me gusta la pureza del agua. Así que llegué a un equilibrio que no es permanente sino muy puro”. (Citado en Muthesius, p.18.) Durante seis meses las bolas se hunden gradualmente hasta el fondo del tanque y la composición debe reiniciarse. Por eso representan la idea de fugacidad, la fragilidad del ser humano y la vulnerabilidad al cambio.
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