COMENTARIO "EL ESTUDIO DEL ARTISTA", DE COURBET

En 1855 Gustave Courbert (1819-1877) presentó su obra más reciente y ambiciosa, un enorme lienzo que media cerca de 3,6 x 6 metros, ante el Comité de la Exposición Mundial de París. Fue rechazada. Su respuesta fue desafiante. Contaba con un edificio provisional cerca del pabellón principal de la Exposición en el que exhibió cuarenta de sus cuadros, en una exposición individual titulada: "Realismo. Gustavo Courbet" que equivalía a una retrospectiva privada de su propia obra. Resultaba apropiado que el cuadro El estudio del artista (ahora en el Louvre, Paris) se encontrara incluido en este contexto.


El titulo completo de la obra es El interior de mi estudio, una alegoría real que resume siete años de mi vida artística, de forma que el cuadro intentaba también tener un carácter retrospectivo, al volver la vista Courbet; hacia los años que siguieron a la Revolución de 1848. El mismo Courbet ocupado en trabajar una pintura paisajística mientras le observan un niño campesino y una modelo desnuda, es el punto focal de la composición. Desde los comienzos de la década del 1840, Courbet había creado toda una serie de autorretratos que revelaban no sólo una satisfacción narcisista por la propia representación, sino también una auténtica fascinación por su imagen en distintas actitudes y talantes.

Después de 1855. el interés de Courbet por pintarse desapareció, como si estuviera suficientemente satisfecho con El estudio, como declaración pública, grandiosa y definitiva de su propio cometido como artista. Pero ésta es, evidentemente, un tipo muy distinto de pintura que los pequeños autorretratos de naturaleza intima. Courbet en cambio nos presenta aquí lo que a primera vista parece constituir un grupo heterogéneo de personas sin ninguna actividad aparente que las una, excepto el simple hecho de estar reunidas en el estudio  del artista. Los personajes parecen sin relación entre sí incluso sumidos en sus propios pensamientos, casi flotando en un espacio intemporal. Sin embargo, sus ropas son contemporáneas y, a pesar de su aire un tanto soñador, Courbet los retrata como personas muy reales, todos ellos con los pies muy en el suelo, en una composición que parece un friso. Se han sugerido muchas interpretaciones del significado alegórico de El estudio del artista. pero hay todavía aspectos del cuadro un tanto misteriosos. No esta nada claro por qué eligió Courbet la extraña selección de personas que hay a la izquierda. Lo que si parece cierto, es que aún cuando los trató como a personas individuales, no tenía la intención de que se les reconociera como individuos específicos. En una carta al escritor realista Jules Champfleury en la que trata de El estudio del artista con algún detalle Courbet se refería a estos personajes como tipos: Los otros, el mundo de las trivialidades: la gente común, el indigente, el pobre, el rico, los explotados, los exploradores, los que medran con la muerte.

En el extremo de la izquierda, por ejemplo, se encuentra un judío de pie, junto a un curé con aire satisfecho que representa la hipocresía de la religión. Un elegante cazador se encuentra sentado junto a sus perros; un quincallero de género barato está agachado delante de un payaso y del ayudante del empresario de pompas fúnebres. Courbet también incluyó a un segador, un campesino, un proletario y a una irlandesa pobre con un niño ente su muestrario de tipos sociales. El artista se vuelve hacia ellos: son os objetos de su arte y por tal motivo, depende de ellos. Por otro lado, él, como pintor, depende del grupo reunido detrás porque estos otros sostienen su existencia como artista. Estos son los accionistas,  es decir, "mis amigos, los trabajadores, los coleccionistas de arte", Aún más: es posible reconocer a la mayor parte de ello como retratos de personas reales. El poeta Baudelaire está sentado leyendo; las facciones de Jeanne Duval, la amante negra de Courbet, apenas son visibles ahora a través de la capa de pintura con la que el autor las cubrió cuando concluyó el amorío. Champflcury está sentado delante de Max Cuelmo),el viejo amigo de Courbet, poeta y activista durante la Revolución de 1848 y para aquellas fechas exiliado tras el golpe de estado de 1851. E1 filósofo socialista Proudhon, con barba, también está de pie, al fondo, cerca de él, de perfil, el gran amigo de Courbet y patrocinador suyo en Montpellier, Alfred Bruyas.

Su pensamiento social y artístico y el respaldo financiero de coleccionistas ricas permitieron a Courbet trazar el camino hacia el nuevo arte del Realismo. Courbet representó este grupo como si se tratan de sus más devotos admiradores, uno de ellos también eran objeto de su arte aunque están representados allí su estudio de París, Courbet en realidad estaba pintando este cuadro en la región del Franco Condado, su hogar en provincias. Esto significa que sus amigos no estaban a su disposición para posar. En lo que se refiere a verdad desnuda, la pintó utilizando una fotografía. pero en el caso de las demás figuras, Courbet confió en buena medida en retratos que ya tenia pintados. Por lo tanto, el visitante de forma más provocativa que nunca, debido a sus pretensiones de que fuera una alegoría a los antiguos aliados Realistas de Courbet pensaban que no había lugar en el nuevo arte para la alegoría, ya que por su naturaleza ésta era ideal y no real. Courbet al mismo tiempo se aporta de la suciedad y es orgullosamente independiente en su búsqueda de la «verdad artística». y sin embargo, se encuentra sumido en esa misma sociedad, de la que depende y ante la que es responsable.


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