Al Ándalus

Tema 28: Al Ándalus. Política, sociedad y cultura.


Según Rachel Arié, la conquista de Al Ándalus por parte de los musulmanes fue rápida, audaz, y fácil, una instancia que se prolongará durante ocho siglos alcanzando el máximo esplendor durante el califato de Córdoba y que dejaría un importante sustrato en el devenir peninsular.


La invasión musulmana de la península ibérica se inicia en el año 711 y este primer periodo abarca hasta el 716. Las crónicas que tenemos de esta primera etapa son escasas aunque entre todas destacamos la crónica mozárabe del año 754, escrita por un cristiano del sur de España en la que narra la llegada de los musulmanes. Como hemos dicho, la conquista fue rápida y relativamente fácil debido entre otras cosas a la pugna política dentro del poder del reino visigodo, principalmente entre el Rodrigo, que no era aceptado por todos y Aquila, desterrado al Norte de África. Una serie de acontecimientos favorecerán el cambio de rumbo del devenir. El conde Don Julián lleva a su hija con el fin de que se una a la corte de Toledo, pero es violada por Rodrigo. Queda deshonrada. Don Julián, con sed de venganza, establece contactos con el conocido como Moro Muza, gobernador de la provincia del Magreb del Gran Califato de Damasco, a quien le promete grandes fortunas si le ayuda en su batalla frente a Don Rodrigo. Muza acepta, pero no cumple todo el trato. El general Tariq es el encargado de dirigir al ejército musulmán, de 15.000 soldados. Los dos ejércitos se encontraron cerca del río Guadalete en la actual Cádiz en julio del año 711. Rodrigo es derrotado y masacrado. Los pocos supervivientes consiguen refugiarse en Toledo. A partir de este momento y con Muza ya en territorio peninsular con ansias de conquista territorial, el avance es imparable. Cae Toledo y con ella el resto de ciudades del antiguo reino visigodo. 

A partir del año 716 y hasta el 929 se desarrolla una etapa que va del valiato al emirato. Entre 716 y el 759 Al Ándalus es una provincia de Damasco, concretamente del califato de Damasco y es dirigida por una dinastía omeya. Cierto es que los musulmanes iniciaron incursiones por el norte pero fueron derrotados por el mítico don Pelayo en la zona de Covadonga y también por Carlos Martel en Poitiers. En el año 756 Abderramán I llega a la Península Ibérica y se proclama Emir constituyendo así un territorio independiente gracias entre otras cosas a la ayuda del ejército formado por voluntarios de la yihad y tropas sirias. Establece las bases de su mandato bajo la unidad doctrinal, el fortalecimiento del ejército y una nueva administración mucho más centralizada y dirigida por los visires. Córdoba se convierte en la sede de la corte y la soberanía absoluta del emir. Con su sucesor, Al Hakam I, se inician una serie de tensiones sociales entre muladíes y mozárabes y una presión militar en el norte por los francos. La respuesta de este fue la imposición de mayor impuesto y mayor represión, lo que se traduce en una mayor islamización y por tanto conflicto religioso con los cristianos. En este contexto sucede el llamado motín del Arrabal en Córdoba que terminó con la crucifixión de cantidad de cristianos en esta ciudad. Ya con Abderramán II se inicia un periodo de tranquilidad y estabilidad que se traduce en el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la artesanía, el desarrollo demográfico o el auge comercial que se extenderá hasta su muerte, cuando se reanudan los levantamientos.


A partir del año 919 y hasta el 1010 se desarrolla el califato de Córdoba cuya figura clave reside en Abderramán III, que asume el título de califa con el objetivo de defenderse de los fatimitas de Cairuán, una gran amenaza. En su mandato, restablece la tolerancia religiosa y renueva los principales cargos de gobierno. Adquirirán importancia en la figura del primer ministro, burócratas, ayudantes, notarios y el Consejo que asesora al califa. Además los fatimíes dejan de ser un problema y se detiene la expansión de los reinos cristianos convirtiéndo a estos en tributarios responsables de pagar las famosas parias. 


Tras Abderramán II llega Almanzor, quien realiza una jefatura centrada en el poder civil y militar y traslada la administración territorial al palacio de Medina Azahara. Es responsable de batir a los poderes cristianos y saquear ciudades como Barcelona y Santiago. En el año 1002, Almanzor fallece por enfermedad en Medinaceli y su hijo Abderramán Sanchuelo exige al califa Hisham II que le nombrara su sucesor. A partir de este momento se inician una serie de sublevaciones en Córdoba que se traducirán en fragmentación, disputas, y guerra civil; dando como resultado la conocida etapa de la fitna; entre el año 1010 y 1031. La lucha por el califato se extiende durante 21 años y en el año 1031 se disuelve y nacen los llamados reinos taifas. Los tres grupos destacados en este contexto son los bereberes, en la zona de Barbate y Adra, los descendientes de los eslabones manumitidos, en Almería y las islas Baleares, y los andalusíes que dominan las taifas más extensas en el interior de Al Ándalus y la fachada atlántica. En este momento hay una extrema división dentro del mundo musulmán y las líneas fronterizas son muy fluctuantes. Además se continúa con el sistema de parias con los cristianos estableciendo incluso pactos de alianza y protección y contratación de servicios militares cristianos mercenarios como el Cid Campeador. La paulatina expansión de los reinos cristianos se hace patente especialmente en la zona de Castilla y de León. Esto se traduce en una pérdida territorial de los reinos de taifas con acontecimientos clave como la conquista de Toledo en el año 1085 por Alfonso VI de León. El debilitamiento musulmán es tal que el rey de la taifa de Sevilla pide ayuda al poderoso dominio almorávides del norte de África. En el año 1090 estos acceden a la península ibérica y atacan cuatro puntos clave: Coria, Valencia, Toledo y Aledo pero la falta de población para ocuparlos se traduce en una presión notable por parte de los cristianos que aumenta la sublevaciones contra los almorávides y dando como resultado el nacimiento de las segundas taifas compuestas por reyezuelos independientes.


En el 1130, Abd-al-Mumim e Ibn Tumart, líderes almohades, declaran la Jihad a los almorávides tomando como base el dominio militar. En este contexto se sucede un acontecimiento clave: la Batalla de las Navas de Tolosa del año 1212 mediante la cual castellanos, navarros y aragoneses consiguen vencer a los almohades lo que supone según muchos investigadores el principio del fin del dominio musulmán. En 1224 nacen las llamadas Terceras Taifas cuya vida es muy efímera por un motivo fundamental: la actividad conquistadora desarrollada por Fernando III de Castilla y Jaime I de Aragón de tal forma que la presencia islámica ya se ve reducida al Reino Nazarí de Granada. En el año 1237 los Nazaríes toman la plaza de Granada y nace el denominado Reino Nazarí De Granada, compuesto por un linaje de origen sirio que consigue percibir durante muchos años. Los motivos de esta última cuestión son varios. Se trata de un terreno montañoso poco accesible, una zona muy pequeña, y se potencia la diplomacia con Fernando III que de hecho le resulta interesante desde el punto de vista económico para los cristianos por el pago de parias.


Sin embargo todo esto nos entendería sin hacer mención a la sociedad y cultura de Al Ándalus. En el ámbito demográfico, encontramos una interesante diversidad étnica compuesta por bereberes, árabes, judíos, hispano godos, eslavos, francos o abisinos cuya mayor densidad de población se centra en el valle del Ebro y del Guadalquivir. Dentro de todos ellos destaca la Umma, caracterizada por una diversidad étnica de la comunidad musulmana fruto de los aportes migratorios tras la invasión. Llegan oleadas de sirios, yemeníes o egipcios entre otros. Posteriormente lo harán los bereberes y finalmente los esclavos procedentes de la zona de Germanía, Mar Negro, Calabria o Galicia. Dentro de los grupos hispano romanos destacan los Muladies, cristianos que abrazan al islam, mozárabes o cristianos que siguen manteniendo su tradición a cambio del impuesto de capitulación, amma o clases populares y jassa o familias nobles visigodas. Asimismo se desarrolla una pluralidad religiosa compuesta por cristianos, mozárabes, judíos y musulmanes.


En el aspecto social, la estructura social se basaba en el derecho musulmán recogido en el Corán. De esta forma la sociedad se divide entre musulmanes y no musulmanes. Los musulmanes estaban compuestos por un rango social denominado tabaqa y dividido en tres: umma (aristocracia), amma (clases populares y miembros de la administración) y esclavos; Y dentro de los musulmanes las gentes del libro, los mozárabes y los judíos. Los mozárabes eran cristianos en territorio musulmán con importantes comunidades en Toledo, Córdoba, Sevilla o Mérida mientras que los judíos apoyaban en cierto modo la llegada de los musulmanes debido al citado descontento por su intolerancia mostrada hacia ellos tras el Tercer Concilio de Toledo.


En cuanto a la vida económica destaca la introducción de la aparcería y el perfeccionamiento de los sistemas de regadío con el desarrollo de la tecnología de las acequias. También se imponen nuevas plantaciones y la llegada de plantas como el limonero, el arroz o el azafrán. Además se expanden cultivos de carácter hortofrutícolas, y otros como el olivo o el almendro. El alto grado de organización fue una constante y destacaron ciudades como Toledo, Badajoz, Murcia, Almería, Zaragoza y como no también Córdoba. La producción artesanal se incrementó notablemente y estaba orientada a la fabricación de objetos de lujo, cueros repujados que hacen aumentar notablemente el comercio local con el desarrollo de los zocos, la relaciones comerciales entre campo y la ciudad y los canales comerciales en el Mediterráneo extienden hasta la zona de China.


En cuanto a la vida cotidiana, la familia Ándalusí se caracterizaba por la poligamia, solo en el caso de los varones de la jassa, Y la autoridad absoluta de cabeza de familia sobre la mujer y los hijos. Además el derecho islámico recogía la importancia de la circuncisión, las cinco oraciones al día, el ayuno durante el mes del ramadán, o el pago del tributo de purificación denominado zakat.


Por su parte las mujeres se clasificaron en varios estamentos. La pertenecientes a la jassa salía muy poco del hogar y su vida estaba centrada en el cuidado de la familia y debían darle una importancia suprema a la seo y la belleza personal. Las de la amma pasaban gran parte de su vida trabajando en casa hilando y tejiendo mientras que las casadas tan solo podía mostrar el rostro ante su familiares más cercanos. Encontramos algunas excepciones y solo algunas pertenecientes a familiares de altos dignatarios recibían una esmerada educación. Además la prostitución femenina estaba muy extendida durante esta época.


Por su parte de cuidado personal y la salud pública a querían valor supremo hasta tal punto que autores como Levi Proveçal salud de la limpieza del cuerpo hacia una obligación religiosa de vital relevancia. Se imponen las cinco abluciones a lo largo del día y el uso de baños públicos o hamman que no son más que adaptaciones de las termas romanas. En este contexto destaca Abulcasis como autor de una obra clave sobre enciclopedia médica y quirúrgica en Al Ándalus. En cuanto a las fiestas destacadas, encontramos la Fiesta del Fin del Ayuno y las fiestas de los sacrificios. Además el entretenimiento y el ocio estaba centrado en la caza, la equitación, los combates de animales, las carreras de caballo, juegos de azar, o el ajedrez, que no es originario del mundo musulmán.


En cuanto a la producción intelectual y artística, la enseñanza adquiere un valor destacado dentro del mundo andalusí que se traduce en la creación de centros intelectuales como Córdoba, Sevilla o Toledo. Además las escuelas elementales mediante pago también se lanzan para conseguir formar al ciudadano en la buena escritura, el sistema decimal, el cálculo o el texto coránico entre otros. La producción letrada se centra en la recopilación bibliográfica de las familias de la jassa. Por su parte dentro de la literatura geográfica destacamos el libro de Roger de Al Idrisis del siglo XII o la enciclopedia administrativa de Abad. En el ámbito filosófico destaca la figura de Averroes, responsable de introducir el aristotelismo en Al Ándalus.


Por su parte el legado artístico es notable con construcciones tan icónicas como la mezquita aljama de Córdoba, la ciudad palatina de Medina Azahara, el palacio de la Aljafería de Zaragoza o la Alhambra de Granada como obra culmen de los Nazaríes. Prácticamente la totalidad de la producción se centró en el ámbito arquitectónico puesto que los postulados del Corán prohibía expresamente la representación figurativa de Alá o Mahoma. Se trata de un estilo artístico que refleja la forma de vida del momento en el que se conjuga el simbolismo con la funcionalidad. El creyente debe percibir la fe a través de la rica y a tratar decoración mediante el alejamiento y mediato de la naturaleza. Los temas arabescos como observamos en la ciudad de Samarra con atauriques. Especial importancia adquiere la caligrafía que está presente en casi todos los edificios y adquiere un sentido casi ornamental desconocido en cualquier otra civilización.

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