COMENTARIO DE EL ENTIERRO DE LA SARDINA, DE GOYA

 El cuadro “El entierro de la sardina” de Francisco de Goya es una obra que se inscribe dentro de la tradición festiva y satírica relacionada con la celebración del Carnaval. A través de los postulados del estudio iconográfico de Erwin Panofsky, podemos analizar esta pintura en profundidad, desentrañando sus múltiples significados y su contexto histórico-artístico.

En el nivel preiconográfico, Goya presenta una escena caótica y bulliciosa donde una multitud enmascarada y disfrazada se reúne alrededor de una figura central que porta una sardina gigante. La sardina, objeto clave en la representación, simboliza el fin del Carnaval y el comienzo de la Cuaresma, marcando la transición entre la festividad y el periodo de austeridad y reflexión religiosa. La composición se caracteriza por una amalgama de personajes y gestos expresivos, creando una atmósfera de exuberancia y desenfreno propio de las festividades carnavalescas.

A nivel iconográfico, la figura de la sardina se relaciona con una tradición popular arraigada en las celebraciones del Carnaval. En muchos lugares, se acostumbraba a enterrar o quemar una sardina al finalizar la festividad como un rito simbólico para despedir los excesos y pecados cometidos durante los días de carnaval. Goya recoge esta práctica y la transforma en una representación satírica y grotesca. Los personajes enmascarados y las figuras extravagantes se burlan de la solemnidad y las normas establecidas, creando una imagen cargada de ironía y crítica social.

Sin embargo, para comprender plenamente el mensaje del cuadro, es fundamental considerar el nivel iconológico, es decir, la interpretación contextual y cultural de la obra. Goya vivió en una época turbulenta marcada por cambios políticos y sociales. “El entierro de la sardina” se enmarca en un periodo posterior a la Guerra de la Independencia española y la llegada al poder de Fernando VII, quien restableció el absolutismo en España. Bajo esta perspectiva, la pintura adquiere una dimensión política y satírica más profunda.

Goya aprovecha la festividad del Carnaval como una metáfora para cuestionar las normas establecidas y poner de manifiesto los vicios y las contradicciones de la sociedad de la época. Los disfraces y las máscaras permiten la transgresión de las identidades establecidas y la crítica velada hacia la hipocresía y la moralidad convencional. La obra muestra un mundo al revés, donde los roles sociales se desdibujan y la sátira se convierte en un arma de denuncia y resistencia.

En “El entierro de la sardina”, Goya combina elementos festivos, simbólicos y críticos para representar una visión cáustica de la realidad social y política de su tiempo. La obra nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana, las tensiones entre lo festivo y lo moralmente aceptado, y las contradicciones inherentes a la condición humana. Es un ejemplo destacado de la habilidad de Goya para plas

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